La fatiga muscular en el entreno de Kyokushin
En el deporte podemos
definir la fatiga como aquel estado en que el deportista no puede mantener el
nivel de rendimiento o entrenamiento esperado y que a nivel psicológico le
produce una alteración, emocional y de conducta.
La percepción
de fatiga aparece después de la actividad realizada como un mecanismo
de defensa sensible al trabajo. Es importante prestar atención al equilibrio
“Entrenamiento-Recuperación”, puesto que es determinante en la progresión
del rendimiento y la prevención de la fatiga subaguda y crónica, situaciones de
convivencia imposible con el rendimiento.
En el alto
rendimiento, si un deportista cree que su nivel de fatiga está en consonancia
con la intensidad de los entrenamientos y acepta que para la mejora de su
rendimiento es necesario tener estas sensaciones de cansancio, la alteración
psicológica que se genera es mínima. En cambio, si durante un periodo amplio de
la temporada el deportista cree que su nivel de fatiga es excesivo y no
entiende por qué se siente de esta manera, a través de mecanismos psicológicos,
puede tener consecuencias negativas en su rendimiento.
Una dieta
adecuada, en términos de cantidad y calidad, antes, durante y después del
entrenamiento y de la competición es imprescindible para optimizar el
rendimiento y recuperación.
Los dos hechos que más
contribuyen al desarrollo de fatiga durante el ejercicio físico son la
disminución de los hidratos de carbono almacenados en forma de glucógeno en el
organismo y la deshidratación por la pérdida, a través del sudor, de agua y
electrolitos. En la dieta del karateca se aconseja que no menos del 50-60%
de las calorías consumidas diariamente procedan de hidratos de carbono, se
puede conseguir incluyendo en cada comida principal (desayuno, comida y cena),
con una combinación adecuada de alimentos ricos en hidratos de carbono, así
como mantener una adecuada hidratación durante todo el día, es decir, antes,
durante y después del esfuerzo físico que se realice.
Los métodos de
recuperación se clasifican en activos y pasivos. Entre los
métodos activos destacan la correcta activación previa a la actividad
física: el calentamiento, movilización y estiramientos que preparan al atleta
para la realización del entrenamiento.En la fase de post-esfuerzo la
restitución primaria se inicia una vez terminada la actividad física
y hasta dos horas después, realizando métodos activos como carrera suave y
estiramientos suaves y métodos pasivos como el masaje post-competición (con
hielo), baño frío local y ducha fría.
Por último, en una
fase de restitución secundaria pasada las dos o tres horas de la
actividad, los métodos activos se focalizan en los estiramientos
neurofisiológicos y en una buena hidratación, nutrición y descanso, sumando los
métodos pasivos como el masaje de descarga muscular o la utilización del masaje
o la sauna.
Los productos
antiinflamatorios tópicos con frecuencia se utilizan únicamente en la
fase previa al ejercicio físico porque la sensación de calor que proporcionan
se asocia al calentamiento del músculo, de la misma forma que se suele preferir
el frío después del ejercicio para enfriar y descansar el músculo. Pero están
recomendados tanto para el calentamiento y prevención de lesiones musculares,
como para la recuperación del musculo al finalizar un esfuerzo físico.
Diego